domingo, 29 de mayo de 2016

Una de comida india

 
Tikka Kebab Nan Basmati
Encontrar un restaurante de comida exótica de tu confianza es un auténtico lujo. En mi pueblo tenemos la suerte de contar con una variedad de restaurantes de comida internacional que te hacen poder viajar a rincones remotos del planeta en apenas una vuelta a la manzan. No puedo decir qué tipo de estas comidas es mi favorita, igual que no puedo decir si prefiero la tortilla de patatas o las albóndigas con tomate. Todo depende del día, del clima, de las nubes.....Lo mejor es que en mi casa todos tenemos un buen paladar para la buena comida y una mente abierta para las cosas nuevas. 

 En el Restaurante Milán encuentras una variedad de cocina muy peculiar: comida india e italiana. Una mezcla que a priori te hace torcer la nariz pero que cuando lo visitas y ves cómo grupos de amigos y familias pueden disfrutar de un estupendo almuerzo juntos, sin que el gusto de ninguno de ellos se vea comprometido, entiendes la brillante idea que han tenido los dueños del establecimiento. Nosotros no somos de los que vamos a un indio a comer italiano, pero si hemos tenido la suerte de establecer cierta relación con los gerentes y ahora, cuando vamos, avisamos y nos preparan una especialidad fuera de carta. Al tradicional pollo tandoori o tikka,
Deli puri
con los jaleados nan de queso o penshwari, añadimos los guisos de verduras o cordero con curry o korma, sin que falten los delicados papadum con su mezcla de salsas para acompañar de yogurt, picante o chutney de mango ¡nos pirran!

En nuestra última visita aparecieron los "Deli puri" (porque eso sí, de lo que venga fuera de carta, ellos se encargan de elegir por tí ): unas cazoletitas de masa crujiente rellenas de patata, yogur, una salsa agridulce, cilantro y quién sabe que más.Una especialidad de la mejor street food de la India que se deben comer en el momento para que no pierdan la mezcla de texturas. Un aperitivo de lo más divertido y que añadiremos al repertorio tradicional. Nos contaban que en la allí te los hacen en el momento y los rellenan de lo que tengan en el día. Debe ser interesante hacer una comida así, de "tapas indias" y sin necesidad de plato. 

¡Quién pudiera averiguar con qué masa o herramienta consiguen darle esa forma!

domingo, 15 de mayo de 2016

Para tu cumpleaños, una tarta


Tarta de chocolate y dulce de leche
No recuerdo cuál fue la primera tarta de cumpleaños que hice. En mi recuerdo están indelebles los cumpleaños en el jardín de nuestra casa familiar con las eternas tartas de limón o de chocolate que nos hacía mi madre para soplar las velas. Siempre la misma tarta de limón, siempre la misma tarta de chocolate: deliciosas en cualquier caso. Yo no he seguido esa costumbre de hacer siempre la misma tarta, pero si la de hacer siempre una tarta casera para todos y cada uno de los cumpleaños de mis hijas. Casi siempre han sido de base de bizcocho de chocolate, el de siempre, el de la familia. El chocolate es éxito seguro con grandes y pequeños. Y en otras ocasiones me he inspirado en otras recetas o en otras innovaciones, como una vez que hicimos como tarta una "torre de tortitas". No es nuevo, personalizar la tarta para que se adapte a la sorpresa o de sabor o de aspecto que el homenajeado espera o merece es el mejor de los trabajos ¿es su cumpleaños, no?.

Este año la elección de #11 fue: chocolate y dulce de leche.
Un secreto de cómo van
quedando las tartas cuando
se van montando
Se inspiró en una que comimos en uno de esos establecimientos modernos de meriendas y desayunos que ahora son tan populares en Málaga. Pero, ¡qué sencillo simplemente copiar!. Hemos arriesgado y la cobertura de dulce de leche la elaboramos al estilo de los buttercreams.....al estilo. No puede resistir la idea de adaptar la receta a mi entendimiento y me pasé, de algo me pasé y la firmeza de la crema no era la que más me gusta. Por supuesto que no quedó una miga de la tarta, y todas las amigas de #11 repitieron, lo que me provoca una satisfacción inconmensurable :-)). Aún así, tendré que repetir la experiencia para averiguar qué pudo pasar con esa crema. Esto hará que durante algunos meses tengamos que hacer alguna que otra merienda con amigos ¿alguien se apunta?
El juego de tonos y colores
es muy importante


Algún día escribiré sobre todos los recuerdos que pueda agrupar de la historia de las tartas de cumpleaños de mi vida y con todas las fotos que pueda recopilar. Aviso.

domingo, 8 de mayo de 2016

Granola, o el desayuno perfecto


Granola

La granola. Una mezcla de cereales, miel y frutos secos. La primera vez que la comí fue de una marca comercial que llegó a España en los años 90. Era una auténtica golosina. Por supuesto que después de que mis hermanos y yo acabáramos con algunos cartones en menos de lo que se veía un Falcon Crest, mi madre dejó de traerlos a casa. Sin embargo, desde entonces ya no fuimos impermeables a esta variedad de cereales. Después de aquello probamos el müesli, algo parecido, pero sin azúcar ni miel. Había que añadirle algo que lo endulzara, además de que masticarlo es y siempre será más trabajoso. Por lo que el desayuno ya no era tan eficaz. El müesli es un producto menos elaborado, y por eso necesita de más procesamiento por nuestra parte para adaptarlo a la digestión. Eso lo hace bastante más saludable, pero claro, no es tan apetitoso.

Llevaba un tiempo revisando recetas de granola y encontré algunas en los variados recetarios que tengo especializados en la gastronomía hogareña de los Estados Unidos. La base principal que finalmente uso es un müesli comercial con variedad de semillas y algunos frutos secos a la que añado miel, aceite de girasol y sésamo, coco en láminas y otros frutos secos como pipas de calabaza o avellanas naturales. Aunque con el tiempo hago mezclas muy libres.

Un desayuno que te durará hasta la hora del aperitivo. Sola, con leche (a mi me gusta con la de avena) o yogur. La versatilidad de la granola es muy amplia, hasta la puedes poner en tu café o usarla para hacer barritas energéticas para el cole, el entrenamiento o una excursión. 

INGREDIENTES
Detalle de la granola
¿ves cómo brilla la miel?
  • 200 gr copos de avena tradicional o mezcla comercial (La de Mercadona está muy bien y tiene muchos ingredientes interesantes aunque no sepamos bien su origen de producción)
  • 50 gr coco en láminas/arándanos
  • 40 gr almendras naturales/avellanas
  • 50 gr pipas de calabaza o girasol. Al gusto
  • 150 gr miel
  • 50 gr aceite girasol (combinar con aceite de sésamo si se quiere)
La cantidad de frutos secos es un poco estimada

Modo

  • Con la pala de masas del batidor (tengo una Kitchen Aid), combinar la avena, coco, almendras y/o avellanas, pipas y las semillas. Añadir la miel y el aceite y mezclar.
  • Poner en una bandeja de horno forrada de papel.
  • Hornear a 150ºC durante unos 30-40 min, remover después de 20 min. O hasta que esté un poco dorado. Todo dependerá del gusto personal, pero cuidado con no pasarse, al enfriar puede quedar seco y sin el gusto meloso tan atractivo de la granola
  • Sacar del horno y poner en una superficie fría. Cuando se haya enfriado desmenuzarlo y guardarlo en botes. Bien almacenado y a temperatura ambiente, puede aguantar hasta un mes. Dicen que se puede congelar, yo no lo he hecho nunca


domingo, 1 de mayo de 2016

Recuerdos de curry para el Día de la Madre

Curry de pollo, tofu, arroz y zanahoria
Hacer una buena foto a un guiso no es fácil. Por supuesto que esta tampoco lo es. Sin embargo, debajo de esa imagen se esconde una historia que para mi es emocionante. Un curry, sea del ingrediente que sea, aún es un plato exótico en muchas casas. Pero en la mía no. A pesar de que mi madre siempre se ha empeñado en que cocinaba fatal, nosotros hemos crecido embriagados por los olores de los 10 o 12 platos que ella nos solía preparar para alimentarnos y hacernos crecer sanos y fuertes. Por raro que parezca, entre ellos está el "curry de pollo". Alguien algún día le enseñó esta receta, allá por los años 80, y ya nunca ha dejado de estar en nuestro recetario familiar. Un plato que ella consideraba que sólo estaba bueno si se preparaba con el curry de la marca Sharwoods que encontraba en los estantes de los supermercados especializados en alimentos de allende los mares o traído de Gibraltar en alguna de las excursiones propias o de amigos. Eso sí, cuidado con la variedad que se elegía o el picante te obligaba a comer más arroz que carne. 
La receta original es sólo con pollo y arroz blanco, guarnecido de plátanos glaseados con mantequilla y coco rallado. Como siempre suele sobrar mucha salsa, la uso para una segunda versión que suelo prepararla con más verdura y/o tofu, siempre siguiendo la base de un buen sofrito de cebolla. Y esa es la foto que traigo hoy. Al igual que es una receta que s puede hacer para celiacos, también se puede hacer una versión vegetariana, omitiendo el pollo y el caldo de ave por verduras como zanahorias, habichuelas verdes, coliflor... y caldo de verduras.

Añadir semillas de lino es una de esas nuevas modas por las que me da y ahora pongo lino en casi todo.

Muchas gracias mamá por un fondo culinario variado y consistente que nos ha permitido emanciparnos y no tener que conformarnos con unos espaguetis tristes con tomate de bote.
                  
                ¡¡FELIZ DÍA DE LA MADRE, Mamá!!

INGREDIENTES:
  • 1 pollo troceado
  • 2 cebollas grandes
  • 1 cucharada de mantequilla
  • 1 cucharada de aceite de oliva

Para la salsa:
  • 1 cucharada de mermelada de albaricoque
  • 1 cucharada de vinagre de vino
  • 1 cucharada de polvo de curry (cuidado con la potencia de picor que se escoge)
  • 1 cucharada de harina (si hay celíacos se cambia por harina de maíz y tan panchos)
  • Sal y pimienta
En una olla poner la mantequilla y el aceite. Cortar las cebollas en aros y pocharla hasta transparente. Añadir el pollo troceado. Cuando esté dorado, añadir agua o caldo de pollo hasta cubrir y dejarlo unos 20-30 min.
Añadir la mezcla de todos los ingredientes de la salsa y poner a guisar durante unos 15 minutos más. Mover con frecuencia porque se pega con facilidad.

En ocasiones lo he guisado con leche de coco. Se obtienen unos matices muy interesantes.

Servir acompañado de arroz blanco, plátanos glaseados en mantequilla y coco rallado.

Si ha sobrado salsa: volver a pochar en una olla cebolla, añadir unas zanahorias peladas y cortadas en rodajas gruesas. Dejarlo caramelizar unos diez minutos. Si es de tu gusto, añade una tarrina de tofu cortado en cubos y la salsa que te haya sobrado. Déjalo guisar hasta que la verdura esté de la consistencia que más te guste. Sírvelo como de costumbre :-) 
(Las cantidades que se usan en esta versión de aprovechamiento depende mucho de la cantidad de salsa que tengas, por eso no pongo ninguna aproximación)

Esto de las sobras y el aprovechar le encantaría a mi madre, sobre todo, porque estos son platos que se hacen en un "pis, pas" y eso a ella le encanta